Es posible que te extrañe este post sobre educar en igualdad y creas que eso no te pasa con tus hijos. No estés tan segura, porque aunque parezca mentira y con toda la información que tenemos al alcance, en ocasiones, y de forma inconsciente transmitimos estereotipos de género. Lo hacemos de forma sutil y es probable que no seas consciente de ello. Te invito a que te observes esta semana para conocer el grado de distribución equitativa entre las enseñanzas que transmites a tu hija y a tu hijo.
Dónde aprendemos los estereotipos de género
Desde que nacemos estamos sometidos al aprendizaje de comportamientos, y entre ellos están los referidos al genero. Estas diferencias que claramente existen entre ambos sexos, muchas veces son remarcadas y van más allá de características físicas. Pienso que las diferencias son necesarias, pero de la misma forma entiendo que atribuir a cada sexo unas destrezas concretas no es sano para educar a la sociedad.
El primer vistazo a los roles de género los tomamos de la observación directa de nuestra familia. El simple hecho de asignarnos tareas imprime las diferencias que pueden existir en casa. También el lenguaje que usamos para referirnos a los niños. Tendemos a elogiar a las niñas muchas veces por la apariencia y a los niños por la valentía, ¡no me digas que no te pasa!
Es evidente que la sociedad está llena de estereotipos de género aunque pensemos que no es así. El avance en los últimos treinta años ha sido sorprendente pero aún quedan patentes ciertos roles de género que no siempre son justos para ambos sexos.
Los papeles que aprendemos serán luego reforzados de forma social ya sea con amigos o en el colegio, los medios de comunicación, las redes…pero la base de este aprendizaje reside en casa.
Imagino que te habrás fijado en que cuando son muy pequeños, antes de los dos años, los niños no perciben los juguetes como de un sexo o de otro y son capaces de jugar con cualquier cosa. De repente, sobre los tres o cuatro años empiezan a decir que eso es de niñas, o que no se van a subir a una bicicleta rosa. Encuentro que quizá los chicos son más reacios que las niñas. Se oponen mucho más y está claro que estos estereotipos de genero se convertirán en creencias firmemente arraigadas, comenzando a ser parte del concepto de sí mismos.
La sociedad y los estereotipos
Vivimos en una sociedad que lucha por acabar con grandes diferencias entre los niños y niñas y compruebo fascinada como cada vez existen más dibujos o libros en los que los protagonistas son de ambos sexos y realizan las mismas actividades. Nada que ver con los cuentos tradicionales o los dibujos que emitían cuando éramos pequeños.
La escuela ha dado un cambio radial y es un pilar importante a la hora de trasmitir estereotipos. Hace una gran labor y se cuida que este concepto quede arraigado en nuestros hijos para que comience a ser algo inherente en las futuras generaciones.
Creo que la asignatura que anda algo pendiente son los juguetes. Juegan un papel fundamental en las formación de nuestra imagen de la sociedad y en ocasiones encuentro en la comercialización algunos aspectos “algo rancios. Algunos niños se convertirán en grandes cocineros (sólo hay que ver el programa Master Chef Junior) y otras niñas serán grandísimas ingenieras.La sociedad ha cambiado y está cambiando ¿pero que pasa con los juguetes?. Ahora que estamos en Navidad y con los catálogos en las manos, me resulta asombroso lo que veo. No hay reflejo de la actualidad.
Pongo un vídeo que he encontrado en you tube de una niña que se queja por lo mismo.
[tube]http://www.youtube.com/watch?v=-CU040Hqbas[/tube]
Suecia, a la cabeza.
Los países del norte de Europa son líderes en materia de familia y educación. Finlandia posee uno de los mejores sistemas escolares, Noruega mantiene un permiso de paternidad del 100% durante 46 semanas, impensable en España desde luego. Independientemente de la situación económica, por el papel social que ejerce el hombre en nuestro país y por el qué dirán. Por otro lado Suecia posee un sistema de conciliación familiar y laboral muy logrado.
Si bien es cierto que hace años que estas medidas están implantadas en estos países, ha aparecido un concepto nuevo de escuela infantil. Se trata de “Egalia”, una guardería que intenta enseñar a los niños el uso de palabras “neutras” con respecto a los sexos.
Al parecer el centro, para niños de 1 a 6 años es uno de los ejemplos más radicales de los esfuerzos en Suecia por diseñar la igualdades desde edades tempranas. Todo está controlado, desde el color, la colocación de los juguetes, los libros… se busca que el alumnado no caiga en estereotipos de género. Me resulta interesante seguirlo como estudio sociológico porque no deja de ser pionero y es preciso evaluar los aprendizajes y las mejoras o los cambios sociales que otorga, si es que los hay.
¿Cómo podemos educarlos en igualdad?
El sexo es el termino que describe la diferencia biológica entre hombres y mujeres y no determina necesariamente los comportamientos. En cambio, el género es una construcción cultural un conjunto de características, conductas que se nos adjudican en función del sexo. De tu mano está potenciar las habilidades de tus hijos, desechando la idea general que se adjudica a cada sexo. Te anoto algunos puntos que quizá te resulten útiles.
- Ofréceles todo tipo de juguetes y juegos
- Pon a su alcance libros en los cuales los protagonistas tanto niños como niñas presenten situaciones parecidas. Ya hable aquí de la importancia de la lectura.
- Educar en emociones,puedes empezar leyendo este post
- Evita expresiones del tipo: ¡Estás hecho un machote! ¡Qué niña más mona y más buena!
- Tareas en casa siempre compartidas. Nada de que cada uno tengo asignada una tarea fija, es importante que se turnen.
- Cuando ya son algo más mayores, enseñarles por igual tareas básicas: arreglar o pintar algo de la casa, coser, el funcionamiento de un coche,planchar,… En importante que sepan manejarse en muchas situaciones porque de mayores tendrán que hacerlo y se pueden ver en mil y una.
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