¿Crees que las mujeres sabemos arriesgarnos? Quizá nunca te has hecho esta pregunta sobre la capacidad que tenemos, o dejamos de tener las mujeres sobre asumir riesgos, o quizá sí.
Está demostrado por medio de numerosos estudios, que las mujeres somos más reticentes a asumir riesgos. Yo tengo la creencia de que es una cuestión femenina, una de tantas inseguridades. Esa educación de generaciones y generaciones, que delimita el lugar en el que debemos estar las mujeres. Esos peligrosos mensajes, que nos han llegado de todas partes. y han acabado haciendo un huequecito en nuestra mente.
Esta claro que venga de donde venga, tendemos a autolimitarnos, principalmente por una falta de confianza en nosotras misma. ¿No te pasa?
Miedo
El miedo es la piedra angular. Miedo a no tomar la decisión adecuada, el miedo a ser juzgada, el miedo a….tantas cosas, que provoca que los árboles no dejen ver el bosque.
Una buena autoestima ayudaría, estoy segura. Si confío en mis capacidades, si aprendo a tirarme a la piscina sin pensarlo tanto, si confío en que “puedo con todo” es probable que aprenda a asumir riesgos. ¿Pero tienes la dosis necesaria de esa autoestima?
Hace unos días una amiga me contaba que le habían propuesto ascender pero en otra línea del negocio, lleva 10 años en el mismo puesto y el cambio en cierto modo es radical. Su jefa le ha dejado claro que está segura que sabrá desempeñar perfectamente la labor. Me pide consejo y evidentemente le digo que ni se le ocurra pensarlo, que diga que sí, pero su respuesta fue “es un puesto de mucha responsabilidad y no creo que sepa hacerlo bien” Una vez más esa inseguridad. Como entenderás, después de cinco minutos ya la había convencido de todo lo contrajo… y encima no le cobré. 😉
Fomentar la confianza en que podemos hacer las cosas, facilitará que las futuras generaciones de mujeres se permitan tener oportunidades de éxito y de fracaso, porque miedo al cambio lo tenemos todos, en mayor o menor medida.
Si soy de arriesgarme muy poco…¿cómo puedo mejorarlo?
La respuesta no es que se vaya a lo loco por ahí cambiando de rumbo por hacer la vida más interesante. En realidad, grandes decisiones no tenemos que tomarlas a diario, pero a lo largo de nuestra vida se nos cruzan algunas decisivas. Mi recomendación es que si se plantean situaciones que requieren de cierto riesgo, no te limites a quedarte donde estás. Si asumes, ganas, independientemente del resultado.
Si tienes que tomar una decisión importante, antes piensa sin que te limite el miedo en:
- Mira lo que te costaría NO asumir ese riesgo. En las decisiones de la vida hay que lanzarse, con cabeza, pero lanzarse. Si no lo hicieras, serguirías construyendo tu vida de la misma forma.
- Necesitas reconocer el proyecto. Da igual que quieras dejarlo todo e irte con alguien que acabas de conocer a Honolulu. ¿Cuáles son los riesgos potenciales? ¿Hay plan B?
- Puede ser una oportunidad para explorar tus habilidades, aprender más, cumplir sueños…
- Haz una lista de los pros y los contras
- Si te has decidido, no pongas excusas, enfréntate a lo nuevo con decisión. Olvídate de las dudas, ya no tienen cabida.
- Se clara en tus objetivos y ve a por ellos
¿Vas a quedarte sentada pensando en cómo podría haber sido tu vida si hubieras tomado ésta o aquella decisión importante? Pasa a la acción. Los cambios te enseñan, para bien o para mal. Te diré una frase que le he escuchado mucho a mi padre; ” Los barcos están más seguros en el puerto, pero están hechos para navegar”
No Comments