Fotografía de Jamie Grill, a través de Getty Images.
Hay que admitir que todas en mayor o menos medida dejamos que nuestros hijos pasen un rato al lado de la tableta, el móvil o el ordenador. Al principio nos preocupamos de comprar aplicaciones educativas, pero a medida que van creciendo la cosa cambia. Los juegos de moda van incluyéndose, y los aparatos como la PSP o la Wii copan las estanterías. Los niños se fascinan con ellos y quieren pasar gran parte de su tiempo jugando. Sabemos que algunos no son lo más recomendable pero en parte terminamos cediendo. Nos resulta complejo negarnos a la realidad tecnológica actual.
Pero esto no sería tan trascendente si no fuera que buena parte de los videojuegos usan temáticas agresivas. Y sí, nos preocupa que generen una vinculación tan emocional y física con este juego que no sabemos exactamente qué debemos hacer. Nos asustamos, cuando por alguna razón vemos que muestra cierta agresividad en casa. Creo que a los padres nos preocupa que le aleje de esos valores que intentamos inculcarles. Pongamos de ejemplo uno de los juegos de mayor éxito Grand Theft Auto, en el que se promueve la prostitución y el robo entre otras cosas. Queda patente que valores como la empatía o la compasión brillan por su ausencia. Si lo has visto o jugado, sabrás de qué hablo.
¿Realmente tienen algún impacto?
Existe una gran cantidad de estudios al respecto que nos hablan que los niños, más que las niñas, muestran una conducta agresiva después de pasar un tiempo pegados a la pantalla. Estos estudios se basan de poner a los niños/as a jugar un buen rato y luego forzar una disputa para comprobar su reacción. En muchas ocasiones, los niños responden de manera más agresiva, que otro grupo control que no ha estado jugando con videojuegos violentos. Y aquí es dónde surge la duda, ¿realmente responden de forma agresiva como norma, o se va al cabo del tiempo? Parece que no está tan claro. No hay datos concretos con respecto a los videojuegos y un cambio en la conducta agresiva a nivel cognitivo, pero claro esto es como todo, depende del tiempo de exposición y de la predisposición del menor a repetir y afianzar estas conductas. Pero para eso estamos los padres, para observar y evitar que suceda.
Este tema es muy recurrente, es una realidad actual y los padres me preguntan con frecuencia. Mi opinión es que no podemos obviar que el comportamiento agresivo está vinculado a la cantidad de tiempo que los niños pasan con los juegos. La repetición es un método de aprendizaje, no nos olvidemos. Pero por otro lado, debo decir que, hay niños más susceptibles de generar esta conductas. No creo que la violencia virtual sea una causa, pero tampoco creo que sea inofensiva. Sobre todo para algunos niños a los que les resulta más fácil repetir lo que ven. A mayor exposición sin control, más posibilidad.
En este tema puedes estar tranquila porque si estás pendiente del tiempo que pasan, si controlas el juego y sus reacciones, si le preguntas por ello y te interesas por el juego, e incluso participas y si se hace vida en familia, no pasará nada. Ahora bien, si todos en casa estamos enganchados a un aparato, si la excusa de haber terminado los deberes y esperar hasta la cena para jugar es una rutina, y si ninguno de los padres pone atención a lo que hace el niño o la niña, mal vamos. Esto como en todo. No podemos acomodarnos y pensar que los niños están entretenidos y aprovechar para hacer otras cosas. Lo importantes es concienciarte que el videojuego no es una niñera.
Jugar un rato, o jugar de vez en cuando, no tendrá un gran impacto, pero jugar día a día y
muchas horas hace posible que el aprendizaje vicario o por imitación, tenga un
efecto importante a medio-largo plazo.
Siempre que hay una información de este tipo, ya sea por un acto violento, o como la del chico que murió por una trombosis venosa después de más de 12 horas con la Xbox, saltan las alarmas. Pero lo normal en una familia como la tuya, en la que te preocupas por la educación de tus hijos, esto no tiene que pasar. Lo de este chico es un exceso, ¡12 horas! ¿Y dónde estaban sus padres? Si pasan muchas horas frente a un juego y su vida gira en torno a ello y no ven más que sobre eso, es probable que su actitud cambie. Si estos chicos asimilan que la mejor forma de responder a algo que te desagrada es de manera agresiva, al final sentirá cierta desensibilización a las consecuencias de la violencia. La práctica contantes de formas agresivas de pensamiento puede conducir a largo plazo a reacciones violentas, lo sabemos, pero esto no sucede de hoy para mañana. Por eso estamos ahí los padres, para educar.
Es que los demás también…
En ocasiones lo complejo apartar a nuestros hijos de algunas rutinas que repiten la mayoría de niños. Marketing, diversión, acción…es casi imposible mantenerlos fuera de toda influencia, pero eso también nos pasa a los mayores. A esto hay que añadirle el temor a que les etiquetan de raros, que siendo honestas, también nos preocupa. No podemos limitarles a los entretenimiento a lo que están expuestos, hay que seguir en el tren de los avances y los videojuegos lo son.
Yo jugaba con mis hermanos allá por los 80, en una especie de hermana primitiva de las Nintendo con un juego llamado Donkey Kong. Se trataba de aplastar a los enemigos que querían subir con barriles o plátanos. Mis padres sólo nos dejaban un rato a cada uno, aunque en el fondo imagino que la razón era por las pilas, que había que reponerlas porque se acababan pronto… Pero la agresividad estaba ahí, teníamos que aplastar a otros monos y ver cómo caían. Digamos que esto no es nuevo, ha cambiado la tecnología (es más real) y los temas se han ampliado y por tanto algunos desvirtuado, exponiendo mundo marginales demasiado reales al alcance de los menores. Pero como te dije antes, si lo controlas, si lo hablas con tus hijos no debes temer. Prestar atención y permanecer involucrados lo máximo posible en sus actividades es la mejor solución.
La participación como padres en lo que ven o juegan tus hijos es importante ya que la
interacción familiar, y el entorno, son indicadores de cómo se comportarán
y que sistema de valores perseguirán tus hijos en el futuro.
Cómo controlo su uso
Como ya he comentado, no puedes hacer desaparecer un juego, una moda o un deseo en tu hijo sin que ello repercuta, pero lo que si puedes hacer es restringir su uso. Pero si notas una conducta violenta o cierta adicción al juego, toma las medidas rápidamente.
Eres su madre y quien mejor conoce a tu hijo/a, si algo te preocupa, busca la forma de hacerle ver que el uso de los videojuegos no es lo más acertado. Que notas que fomenta en él cierta violencia y que es evidente que jugar menos le vendrá mejor para su desarrollo. Busca actividades alternativas. Y si ya es demasiado el enganche que tiene al juego, pide ayuda profesional.
Para que el uso de los videojuegos sea sólo un entretenimiento y no una necesidad en su día a día, toma nota:
- Nunca los videojuegos en sus habitaciones. Cualquier dispositivo, siempre en el salón o zona común de la casa. Que puedas escuchar y ver que pasa o incluso observar su reacción.
- Frecuencia y horario, es lo mínimo que tienes que imponer.
- Nada de entre semana prohibido, para así centrarse en los estudios, y el fin de semana cogerlo todo el tiempo que quiera. Vamos a ver, piensa en esto: ¿Qué te pasa el día en que decides saltarte la dieta que llevas haciendo de forma espartana durante un mes? Atracón, ¿verdad?
- Puedes restringir juegos de varias maneras:
- Congelar el tiempo: Algunos sistemas permiten una opción de “se acabó el tiempo” de manera que se congela el juego en el momento en que llegue al límite de tiempo establecido.
- Ojo con los juegos en línea, ya que tu hijo/a puede estar conectado con gente adulta en otra parte del mundo. Bloquear este apartado es importante o dejar sólo a los amigos conocidos (ojo, amigos de tu hijo que conozcas)
- Examina los juegos más propios de su edad. Todos están clasificados.
- Cuando notes cierta compulsión en el juego y su único tema repetitivo sea subir de nivel. Manténle fuera del juego un par de días y que haga otras actividades. Esto rompe la rutina. Explícaselo.
- Busca alguno que sea para jugar en familia. Los hay muy divertidos.
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