Cuando me preguntan esto, creo que sin saberlo quien formula la pregunta tiene la respuesta. Si te lo estás planteando, es porque observas que algo no está bien. Tu misma tienes la respuesta, aunque te de miedo o reservas aceptarlo.
Como padres, tendemos a cegarnos ante cualquier situación que nos suponga un cambio, un “las cosas no van como debieran” Cuesta verlo, claro que sí, es algo muy primigenio. No es más que esa tendencia a la protección, ese vértigo que produce pensar que desde pequeños ya están en el psicólogo, o peor aún, pensar que lo estoy haciendo mal como padre. Esta profesión tiene ese gran estigma.
Afortunadamente me encuentro con muchos padres que acuden sin reservas, con al firme convicción, de que quien les atiende les va a responder a sus dudas. Que asisten para mejorar sus habilidades en la educación de sus hijos. Pero también tengo que admitir, que algunos padres llegan con la sensación contraria.
Cuando han pedido cita, ya lo ven como un procedimiento de urgencia, nunca de prevención. De esta manera, vienen derivados porque la tutora lo recomienda, porque una amiga o familiar les comenta algo sobre su hijo, o simplemente porque ya la situación es insostenible es casa. Cuestionarnos como educamos a nuestros hijos es duro de asumir, y pensar que nuestro hijo muestra signos de que algo no van bien, nos asusta. Es mejor barrer debajo de la alfombra.
Tenemos muy aprendido que cuando nuestro hijo tienen algún problema de salud, enseguida pedimos cita en su médico, pero si se trata de algo más emocional, educativo o de índole más personal, lo dejamos aparcado. Esperamos a que el tema se solucione por sí sólo. Y esto, tengo que decirte, no se soluciona sólo. Según la cuestión que haya que tratar, irá a más, o se camufla (temporalmente, claro)
Si notas que tu hijo no evoluciona como otros niños, si ves que no rinde en el colegio como debiera, si está apático, con desgana, irritable… en fin cualquier cambio que observes, pide consulta con un profesional. Pregúntale al niño y fíjate en lo que ocurre a su alrededor. Tu eres quien mejor lo conoce. Pero nunca, nunca, lo dejes pasar.
¿Qué es un psicólogo infantil y qué hace?
Un psicólogo es un profesional de la salud que está especializado en la forma en la que las personas pensamos y actuamos. De manera que su función no es otra que ayudar a los demás a mejorar el rendimiento de sus vidas. Te ayudará a sentirte mejor y a encontrar la manera de solventar la situación.
Un psicólogo no juzgará la forma en la que le estás educando, un profesional de la psicología no criticará lo que haces mal. Un psicólogo no va a tocar donde duele sólo por el mero placer de hacerlo. Su labor es la de ayuda, es bueno tener esto muy presente. Te enseñará herramientas que te den confianza en la forma de educar, te mostrará directrices para que enfoques la crianza de tus hijos, y esas herramientas, sólo un profesional de la psicología te las puede brindar.
Necesito llevar a mi hijo al psicólogo, ¿es importante hacerlo?
No quiero con esto que pienses que mantengo algún interés para que asistas a mi consulta. Nada más lejos, mi única intención es que tomes conciencia, que asumas que nuestros hijos deben desarrollarse con todas las garantías que como padres tengamos en nuestras manos. Y que si notas que existe una necesidad, posiblemente es que la haya.
El concepto que tengan de sí mismos, la correcta relación social, un buen proceso escolar, son algunos de los pilares para que sea un adulto feliz. Como madre o padre, estos son sólo algunos de los factores que debieras trabajar. Los padres de ahora debemos ampliar el campo de acción, más allá del que recibimos por nuestros padres (que lo hicieron lo mejor que pudieron, o que supieron) Debemos tratar de pensar en que la parte emocional necesita desarrollarse de forma plena. A la vez admito, porque también soy madre, que es la parte más difícil. Lo fácil es cubrir sus necesidades básicas (en la medida en que podamos cada uno) pero cuidar su autoestima, su relación con los demás, esa tan de moda “ser feliz”, es más compleja, mucho mas. Ya lo dije en este vídeo; los padres de ahora no tenemos ejemplos de como cuidar la inteligencia emocional.
Lo padres también debemos asistir
Dentro del campo de la psicología hay muchos enfoques, pero independientemente de esto, lo más común es que se trabaje con ambos, aunque las sesiones sean por separado. Depende también de la edad. Por ejemplo con un niño de 3 años con rabietas incontrolables, lo verás un día para evaluar algunos aspectos, pero está claro que el trabajo es directamente con los padres (cómo responden a sus rabietas, cuándo suceden…) El profesional debe entender que pautas se tienen en casa, que modelo educativo estáis transmitiendo, si hay límites y si estos son efectivos… depende como te digo de la situación, edad y de algunos factores más.
Piensa que de todo esto ganarás más de lo que crees. Obtendrás una mejora en tu forma de comunicación con tu hijo, le darás herramientas al niño para que sepa actuar y fortalecerá más tu relación con él o ella. Te vas a convertir en una fuente de apoyo que antes no sabías que podrías ser. Te servirá para analizar mejor la forma de ser de tu hijo y cómo actúas como padre o madre.
Precio y duración
Lo que te diré a continuación es orientativo. Oscila desde lo 40€ a los 100€ por sesión. Esto es como en cualquier profesión, ya sabes, no por asistir al profesional más caro, será mejor. Las recomendaciones de amigos o familiares, no suelen fallar, así que guíate por ellos, pregunta si conocen a alguien. También te pueden ayudar desde el centro escolar. El departamento de orientación del colegio seguro que te orienta al respecto.
En cuanto a la duración dependerá de lo que quieras tratar. Puede haber un cambio rápido o ser más lineal. Lo importante es evaluar poco a poco el proceso.
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