Ahora que los espacios se hacen abiertos, resulta más directa la relación entre compañeros. Tiene su parte positiva si hablamos de resultados profesionales, pero tiene un gran inconveniente, y estarás conmigo en que ese inconveniente es la falta de intimidad. ¿Y esto que provoca? pues que algún compañero/a se tome la libertad de insistir en mantener una relación más estrecha de lo habitual haciéndote conocedor de su vida y milagros. ¿Es tu oficina demasiado sociable?
Hay de todo, como en botica.
En los lugares de trabajo conviven tantas personalidades, que es común encontrar tarde o temprano a gente afín a ti, o por el contrario, que te saquen de quicio. Hablar de cosas sin sentido, de la vida personal o cotilleos de los demás, a menudo resulta molesto. Se olvida con frecuencia el respeto por la función por la que fueron contratados, y se olvida sobre todo, que los compañeros de trabajo no son los amigos. La realidad es que pasamos tanto tiempo en el mismo lugar, que desarrollamos un sentido de la confianza que realmente no existe.
Muchos empleados utilizan grandes porciones de su tiempo en socializar. No quiero decir con ello que no sea necesario hablar con los demás, todo lo contrario, porque mantener una buena interacción con el resto de compañeros es más que positivo. El problema está en pasarnos y dedicar más tiempo a interactuar que a trabajar. Entonces… ¿Dónde está el límite?
Tengo un amigo, J.M que me contó que desesperado por acabar con la situación y poder librarse de las conversaciones de su compañero de mesa, llevó durante mucho tiempo unos auriculares. Unos muy grandes, de esos que se llevan ahora, para que no hubiera duda de que los llevaba. Con el paso de los días su compañero comprendió el mensaje y paró de martillearle con sus conversaciones. Más allá de la anécdota, es completamente cierto que nos encontramos con colegas que no saben trabajar sin socializar a la vez, generando un problema para aquellos que le acompañan, cansados en ocasiones de escuchar sus “speach” pero sin las herramientas para poder pararlo.
Me cuesta decirlo. No creo que pueda
Vamos a entrar en materia,porque lo que te interesará en este post es si es posible cambiar la situación sin que nadie salga herido.
YOU CAN, claro que sí. El tema estará en si sabes enfrentarte a los conflictos o por el contrario sueles evitarlos. Si te cuesta enfrentarte a la gente y ser sincera, lo llevas más complicado. Por mucha intención que tenga por ayudar, desde esta posición y sólo con un post es difícil hacerlo. Pero si con tus propios recursos y con la convicción de querer hacerlo, y sólo por intentarlo, habrás ganado dos batallas, créeme.
- Tienes que ser directa, con tacto evidentemente, pero teniendo en mente que tienes que pedirlo, no indicarlo como quien no quiere la cosa.
- La gente no sabe cómo reaccionas, a no ser que lo digas. Es absurdo decir “tendría que saberlo, no se da cuenta de que resulta molesto” No puede adivinar que es lo que te incomoda, y tu tampoco dices nada, ¿qué esperas? ¡pues ni se le pasará por la cabeza!
- Usa oraciones autoafirmativas, ¿sabes lo que es? Es decirle a otra persona lo que piensas sin culparla, ni tampoco exigirle que cambie. Necesariamente debes incluir una descripción de la situación que causa el problema. Ejemplo: “Cuando me vienes a contar algo, no consigo finalizar mi tarea y me desorganizo mucho, me gusta tu conversación, pero ¿qué te parece si me lo cuentas en la comida? (Uf, igual te resulta demasiado directo, pero no lo es, te lo aseguro)
- No hay que confundir ser asertiva con ser borde. Si no eres directa, no lograrás ningún cambio. Eso conlleva hablar claro y muchas veces nos cuesta por miedo a herir al otro o por el qué dirán. No nos educaron sobre todo a nosotras para decir las cosas tan abiertamente. Debes romper este modelo que en nada te beneficia.
- Conciénciate que tú y tu trabajo están por encima de hábitos de otra persona. Darás el primer paso para comenzar a pensar en ti, por encima del qué dirán.
- Si no puedes, si te resulta muy difícil hablarlo, y a la vez quieres acabar con ello, intenta lo siguiente: Asígnale alguna responsabilidad de más, pídele ayuda laboral, que te haga esto o lo otro… Seguro que acaba buscando otra persona.
- Si la situación es muy difícil y no te ves con herramientas para hacerlo, pide ayuda profesional. En pocas sesiones aprenderás a manejar ciertas habilidades que te ayudarán a logra el cambio. Adquirirás la fuerza necesaria para emprenderlo. En este enlace puedes obtener ayuda
No Comments