Es indiscutible, la función que como modelos ejercemos los padres en nuestros hijos. Cuando hablamos de padres con hijos con TDAH, esto se convierte en imprescindible.
Ya lo he hablado en muchas ocasiones, educar a un hijo/a es una tarea compleja, muy complejo. Pero cuando nos enfrentemos a un niño con Trastorno por déficit de atención, exige de los padres mayor demanda, mayor paciencia, mayor participación y desde luego mayor comprensión. Un niño con estas características precisa de disciplina y autoridad. También precisa de un padre y una madre con criterios unificados, sobre las decisiones que sobre el niño y su conducta se vayan a tomar. Los niños requieren de una estructura, y si los padres van alineados esto se consigue con mayor rapidez, ocasionando menos confusión para el niño.
El papel del centro escolar también es importante y trabajar de manera coordinada ayudará mucho, pero no cabe duda que el gran peso recae en la familia. No hay que olvidar que el colegio cubre aspectos más allá de los meramente académicos, pero es patente que por mucho que haga el centro, si no es reforzado desde casa, se consigue muy poco.
La base de los padres con hijos con TDAH
Una vez te encuentras con el diagnóstico de tu hijo en la mano, debes empezar a cambiar ciertos hábitos. Debes crear rutinas y estrategias para organizarte de manera que tu hijo permanezca enfocado en las tareas. Estoy segura que en el momento en que conoces el trastorno comienzas a comprender ciertos comportamientos de tu hijo, y del mismo modo empiezas a analizar los tuyos.
Recuerda que no puedes obligarle a quedarse sentado en un restaurante y que permanezca así toda la comida, aquí el enlace de una consulta sobre asistir a un restaurante con un TDAH. De la misma forma no le podrás pedir que recoja su cuarto y enfadarte porque parece una leonera, si antes no habéis asignado de forma clara sus tareas en casa, y desde luego, olvídate de hacer 400 km en coche haciendo una sola parada.
Como pautas al comienzo del diagnóstico de un hiperactivo, debes comenzar por entender y aplicar lo siguiente:
– Busca asesoramiento profesional para asegurarte que sigues los pasos correctos.
– Normas claras y sencillas
– Empieza siendo flexible y pon límites adecuados al niño. Más adelante ya irás ampliando las normas
– Coordina vuestra función con el colegio y el psicólogo que lleva su evolución. Este triángulo de cooperación es el pilar para que todo vaya de forma más fluida.
– Favorece su autonomía
– Autoestima, es primordial, no te olvides. Aquí un enlace interesante que puede ayudarte
– Ayúdale a empezar a afrontar sus problemas
– Ambiente relajante, busca que no se active demasiado y sobre todo como contaba antes, evita situaciones en las que sabes que no puedes pedirle que se comporte como un adulto.
– Créale hábitos de estudio.
– Favorece el contacto con otros niños, son muy necesarias las relaciones sociales.
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